Geología de islas oceánicas: una ventana al interior de la Tierra
En el ámbito de las ciencias de la Tierra, la geología marina tiene mucha similitud con la investigación espacial. Esta analogía no se relaciona exclusivamente con los costos de operación y las dificultades logísticas, que son muchas, sino especialmente por su carácter exploratorio. Alude también a la naturaleza misma de las preguntas que guían la investigación de los fondos marinos, a menudo ligadas a cuestiones fundamentales en geología, como el origen del planeta y sus capas internas, la formación de los continentes y la producción de magma, entre otras.
A pesar de constituir la mayor parte de la superficie terrestre, los fondos oceánicos son muy desconocidos. Menos del 5% de ellos ha sido mapeado con sonares multihaz que resuelven rasgos del relieve con una resolución apropiada. La mayor parte del fondo marino, incluyendo algunos enormes montes submarinos, es apenas conocida. Algunos de estos montes superan el nivel del mar y dan forma a islas oceánicas que constituyen así sitios del mayor interés. Estas islas son singulares por cuanto el volcanismo que las genera se asocia comúnmente con plumas del manto inferior y de ese modo constituyen una ventana al interior del planeta que, además, permite explorar el tiempo profundo a través de los procesos involucrados. Para responder algunas de esas preguntas se requiere un estudio geológico de los territorios insulares y para avanzar en ese objetivo, en el marco del Plan Nacional de Geología, se estableció un programa que incluye: Isla Robinson Crusoe, Isla de Pascua (Rapa Nui), Islas San Félix-San Ambrosio, Isla Alejandro Selkirk e Isla Salas y Gómez. El año en curso se publicará el primero de estos mapas y se continuará cada año con uno nuevo. Adicionalmente, el Programa de Geología y Geofísica Marina (GGM) intenta genera conocimiento geológico de otros sectores, particularmente de montes submarinos que integran largas cadenas volcánicas como la Dorsal de Juan Fernández o la llamada Easter Seamount Chain.
Este esfuerzo se sustenta y complementa con la ejecución de proyectos de investigación financiados por ANID y es, además, una iniciativa interdisciplinaria e interinstitucional. Interdisciplinaria porque los procesos geológicos intervinientes no pueden ser explicados por una sola disciplina; y en efecto la colaboración ha incluido paleontólogos, petrólogos, geofísicos y geólogos de campo o volcanológos, incluso historiadores. Interinstitucional porque estos proyectos han sido integrados por equipos de investigadores y estudiantes de diferentes universidades y centros de investigación por más de una década. En efecto, esta línea se inició con un proyecto Fondecyt el año 2011 y ha recibido financiamiento casi continuo desde entonces, sumando proyectos del Programa de Investigación Asociativa de ANID y del Comité Oceanográfico Nacional (CONA), que subvencionan valioso tiempo del buque oceanográfico chileno. La colaboración internacional es parte esencial de esta iniciativa destacando los vínculos con Geomar-Helmholtz Zentrum für Ozeanforscung Kiel (Alemania), Oregon State University (EEUU), Brown University (EEUU), Woods Hole Institution (EEUU) y tantos otros.
Entre los resultados más importantes de estas investigaciones, cuya primera etapa se ha centrado en la Isla Robinson Crusoe, destaca la identificación de una fase de volcanismo tardía llamada técnicamente ‘volcanismo rejuvenecido’, reconocida en otros lugares como Hawaii o Samoa, cuyo origen es aún algo enigmático. Algunas particularidades del manto fueron también identificadas para explicar la principal fase de volcanismo insular. También la estimación de altas tasas de crecimiento, comparables con las de hotspots emblemáticos, pero con un menor volumen; o la evidencia de un importante alzamiento holoceno de parte de la isla. En otro plano, nuestras investigaciones permitieron descartar la ocurrencia de una erupción en 1835, comentada por Ch. Darwin, ofreciendo una explicación alternativa al relato histórico.
La GGM en Sernageomin es singular en varios aspectos. En primer lugar porque a pesar de estar señalada en la ley orgánica de Sernageomin, ha tenido un desarrollo más bien modesto y como contrapartida a esa situación, se ha desplegado un esquema de cooperación inédito donde los colaboradores externos son un pilar fundamental. Es singular también porque es inherentemente interdisciplinaria y la experiencia de colaboración resulta productiva y enriquecedora. Es también especial porque la planificación y logística alcanzan ahí un nivel central. Por ejemplo, al momento de escribir esta nota, trabajo en los detalles del crucero CIMAR26 Islas que zarpa en unos días y que tiene por misión, después de casi 20 años, estudiar y muestrear montes submarinos de la Easter Seamount Chain, una cadena que une Isla de Pascua con el margen continental. La operación del buque oceanográfico chileno tiene un costo promedio diario de 20MM y cada tarea debe ser planificada con detalle. La GGM es, en resumen, el tipo de iniciativas que pueden llamarse de ‘alto riesgo alta recompensa’ y las islas oceánicas el punto focal donde se inicia el camino.