Las palabras del río Lluta, Región de Arica y Tarapacá: ¿Como nos hablan sus sedimentos actuales y antiguos a través de la geoquímica?
“Estoy rodeado de piedras escritas.
Ellas hablan y yo hablo. Las piedras son la palabra.“
POEMA RETORNO AL OLVIDO (fragmento)
Rosamel del Valle
¿Qué nos dicen los ríos? ¿Qué nos dicen sus piedras, sus sedimentos, sus depósitos? ¿Qué hacen ahí esas terrazas fluviales, secas, polvorientas, perdidas y olvidadas? ¿Qué palabras encierran? ¿Son acaso cómo un libro? ¿Qué historias cuentan? En el rio Lluta, sus piedras, sus depósitos, sus terrazas son así, como libros llenos de palabras, de historias. Libros abiertos al sol y al viento, desojándose, desmigajándose…Esperando a ser leídos, a no ser olvidados.
Hace unos años, Javier Ruiz-Del-Solar me invitó a generar un proyecto sobre ríos, sedimentos y geoquímica. Un proyecto conjunto entre SERNAGEOMIN y el, en ese entonces recientemente inaugurado, centro de estudios AMTC de la Universidad de Chile. Pensé que sería bueno “partir por el principio” y Javier estuvo de acuerdo. Es así como comenzamos por la cuenca del río Lluta, la más septentrional de nuestro país. Una cuenca que nace muy cerca del rincón de los vientos o Visvíri, a más de 5.000 metros sobre nuestro mar, en el altiplano, que también es como un mar. Desde esas alturas el río Lluta baja cortando nuestro país como si fuese un afilado cuchillo, hasta llegar al mar a la latitud de Arica. El río Lluta, el mismo que todos los años baja cargado de sedimentos que tiñen las costas y colmatan sus valles, en los cuales la agricultura se remonta al nacer de los tiempos…de nuestros tiempos y los de nuestros antepasados.
También pensamos incluir a un o una memorista. Fue así como por medio de un aviso en el pizarrón universitario, me contactó un joven llamado Leonardo Baeza. “Dime Leo, ¿por qué te interesa esta memoria?”, “porque soy de ahí, soy de Arica”, respondió . Fue la mejor razón que me pudo dar… Así fue como un día de verano, junto a Leo y a Tuco (Q.E.P.D.), nuestro conductor, guía y amigo, comenzamos a recorrer el valle del río Lluta. Fue un verano de caminatas, mucha veces por empinadas sendas ya no transitadas, salvo por guanacos y pumas. Sendas que bajaban al mismo río, atravesando casi borradas terrazas de labranza y llegando a tambos que no están en los mapas.
Durante ese viaje y con mucho respeto ante este ser vivo que es el río Lluta, fuimos recolectando muestras de sus sedimentos, desde su nacimiento hasta su desembocadura. Incluimos tanto a los sedimentos que llevaba el río en el momento, como a los sedimentos más antiguos, guardados en sus terrazas fluviales. Con todos ellos de alguna manera el río nos habló. A través del color y la forma de sus piedras, a través de sus minerales y, sobre todo, a través de la composición química de sus sedimentos.
Con este verdadero abecedario con el que se escribe la historia de nuestra tierra, el río Lluta nos contó que ya no es el de antes, que los seres humanos lo hemos afectado, que sus letras han cambiado. Ahora sus sedimentos tienen más arsénico, cadmio y cinc que antes. Nos mostró que esas letras tienen un origen natural, pues las pronuncia el volcán Tacora, ahí muy cerca de donde el río nace y se carga de azufre del volcán. Pero también nos contó que las personas extrajimos más azufre del necesario y que lo dejamos ahí, acumulado como una gran duna amarillenta a los pies del volcán Tacora, justo al lado de donde pasa el joven río. Y que por esa razón, ahora sus aguas disuelven más azufre, por lo que ahora son más ácidas y lavan más arsénico, cadmio y cinc desde los pies del Tacora. Y que esta mayor carga de elementos se transporta hacia abajo, hacia los valles, en donde el río lo deposita incorporados en sus sedimentos.
Leo por amor a su tierra, puso su máximo esfuerzo en que las palabras del río fueran traducidas en forma certera. Prueba de ello son su memoria de título and the Mapa geoquímico de la Hoja Arica, que lideró durante su trabajo en la Unidad de Geoquímica de Sernageomin. En este mapa, se observa que nuestro río Lluta es ahora una serpiente roja, que corta el desierto y baja hasta Arica y sus valles agrícolas, con una carga de arsénico, cadmio y cinc mayor a la natural. Los datos geoquímicos señalan que, la principal causa de esta alteración, es el pasivo ambiental de la azufrera del volcán Tacora. La presencia de este depósito está afectando al río Luta y, posiblemente, también a la vida que sustenta, incluidas las personas que habitan este hermoso valle.
Juan Pablo Lacassie Reyes
Valdivia, 19 de nov del 2020.
Foto 1. Leonardo Baeza, cruzando el rio Lluta durante el desarrollo de su Tesis de Geología. En forma posterior, Leonardo trabajó por 5 años en la Unidad de Geoquímica del Departamento de Geología General de Sernageomin. Desde ahí viajó a Australia a desarrollar estudios de postgrado relacionados con geoquímica de meteoritos en la Universidad Nacional de Australia (ANU).
Foto 2. Cruzando el rio Lluta. El valle del río se comienza a cerrar hacia el sector precordillerano.
Foto 3. Recolección de muestras de “sedimentos activos” del río del río Lluta. Es decir, los sedimentos que el río transportaba y depositaba en sus orillas, en el momento que se realizó el trabajo de campo. Se utilizaron palas y bolsas de pvc junto a un protocolo de “manos limpias” de objetos metálicos que puedan contaminar la muestra.
Foto 4. Recolección de sedimentos de una quebrada afluente del río Lluta, que proviene de la zona de alteración hidrotermal Putre-Vilañuñumani. Producto de su alta acidez, las aguas contienen un alto contenido en metales los que precipitan en forma de coloides rojizos, siendo este un proceso derivado de las condiciones naturales de esta zona de alteración.
Foto 5. Recolección de sedimentos del río Lluta, en un sector cercano a sus nacientes a los pies del volcán Tacora (al fondo), en el altiplano. Se observa que, en este sector, sobre los sedimentos del río Lluta precipitan coloides pardos y blancos, lo que suele ser un indicio de condiciones de alta acidez del agua.
Foto 7. Durante el muestreo geoquímico del tramo bajo del río Lluta, entre Poconchile y Arica, se observó que algunos brazos pequeños del río, también presentan precipitación de coloides rojizos similares a los observados aguas arriba, en las zonas de alteración hidrotermal. Tal cómo Las características químicas de estos sedimentos difieren notablemente de las registradas en los sedimentos antiguos que forman las terrazas fluviales del mismo río (al fondo), las cuales representarían a las condiciones prístinas o naturales de este río.
Foto 8. Antiguas terrazas de cultivo ahora abandonadas, observadas durante el muestreo geoquímico del tramo alto del río Lluta. Muy posiblemente aquí se utilizaba el agua del río Lluta, para fines del cultivo.
Foto 9. Terrazas fluvio-aluviales del río Lluta. En forma sistemática se recolectó sedimentos de estas terrazas, a fin de contar con una muestra representativa. La composición química de estas muestras se comparó con la de los actuales sedimentos del río Lluta. las diferencias encontradas dan cuenta de un cambio en las condiciones naturales de este río, muy posiblemente por efecto antrópico.
Figura 1. Concentraciones de arsénico (As) en los sedimentos y suelos de la Hoja Arica (escala 1:250.000). Se observa la alta concentración de arsénico a lo largo del río Lluta, a partir de zonas naturalmente ricas en este elemento como la zona de alteración hidroternal Putre-Vilañuñumani , en las cercanías de Putre. Asimismo, la parte alta del río Lluta (tramo de más al norte), que proviene de la base del volcán Tacora, también presenta altas concentraciones de arsénico. Extraído del Mapa de geoquímica de sedimentos de la Hoja Arica, publicado por Sernageomin.
Figura 2. Comparación de las concentraciones de arsénico (As) en sedimentos actuales (barras verdes) y de terraza fluvial (barras rojas), en los principales afluentes de la cuenca del río Lluta. Se observa que las concentraciones de arsénico registradas en los sedimentos actuales, son mayores que las antiguas, registradas en las terrazas fluviales. En particular, se observa que en la zona de alteración hidrotermal Putre-Vilañuñumani, estas concentraciones antiguas y actuales son muy comparables, lo que da cuenta del origen natural de esta anomalía. Sin embargo, en el tramo alto del río Lluta, que proviene del volcán Tacora, las diferencias son muy marcadas, sugiriendo que existe una alteración de los valores naturales (más bajos que los actuales). Estas diferencias se mantienen incluso hasta la parte baja del río a la altura de los valles agrícolas y de Arica. Dadas las condiciones potencialmente tóxicas del elemento arsénico, lo anterior configura un problema ambiental que debe ser evaluado. Extraído del Mapa de geoquímica de sedimentos de la Hoja Arica, publicado por Sernageomin.
Figura 3. Comparación de las concentraciones de cinc (Zn) en sedimentos actuales (barras verdes) y de terraza fluvial (barras rojas), en los principales afluentes de la cuenca del río Lluta. Se observa que las concentraciones de cinc registradas en los sedimentos actuales, son mayores que las antiguas, registradas en las terrazas fluviales. En particular, se observa que en la zona de alteración hidrotermal Putre-Vilañuñumani, estas concentraciones antiguas y actuales son muy comparables, lo que da cuenta del origen natural de esta anomalía. Sin embargo, en el tramo alto del río Lluta, que proviene del volcán Tacora, las diferencias son muy marcadas, sugiriendo que existe una alteración de los valores naturales (más bajos que los actuales). Estas diferencias se mantienen incluso hasta la parte baja del río a la altura de los valles agrícolas y de Arica. Dadas las condiciones potencialmente tóxicas del elemento cinc, lo anterior configura un problema ambiental que debe ser evaluado. Extraído del Mapa de geoquímica de sedimentos de la Hoja Arica, publicado por Sernageomin.
Figura 4. Comparación de las concentraciones de cadmio (Cd) en sedimentos actuales (barras verdes) y de terraza fluvial (barras rojas), en los principales afluentes de la cuenca del río Lluta. Se observa que las concentraciones de cadmio registradas en los sedimentos actuales, son mayores que las antiguas, registradas en las terrazas fluviales. En particular, se observa que en la zona de alteración hidrotermal Putre-Vilañuñumani, estas concentraciones antiguas y actuales son muy comparables, lo que da cuenta del origen natural de esta anomalía. Sin embargo, en el tramo alto del río Lluta, que proviene del volcán Tacora, las diferencias son muy marcadas, sugiriendo que existe una alteración de los valores naturales (más bajos que los actuales). Estas diferencias se mantienen incluso hasta la parte baja del río a la altura de los valles agrícolas y de Arica. Dadas las condiciones potencialmente tóxicas del elemento cadmio, lo anterior configura un problema ambiental que debe ser evaluado. Extraído del Mapa de geoquímica de sedimentos de la Hoja Arica, publicado por Sernageomin.
Figura 5. Precipitación de coloides en la parte alta del río Lluta, aguas abajo de la confluencia del río azufre, que proviene del volcán Tacora, con la quebrada Allane. Estas son evidencias de drenaje ácido producto de una súbita baja en la solubilidad de las aguas del río azufre al mezclarse con las aguas de la quebrada Allane. La muy alta acidez de las aguas del rio azufre conforman un factor de riesgo pues generan un medio que lixivia (extrae) elementos metálicos de las rocas, como arsénico, cadmio y cinc, para luego transportarlos aguas abajo en la corriente del río Lluta. Extraída de la Tesis de Leonardo Baeza.
Figura 6. Localización de la azufrera del volcán Tacora. Los depósitos abandonados de azufre, que se localizan inmediatamente adyacentes al curso del río azufre, constituirían un factor primordial para incrementar la acidez del río Lluta y el transporte de metales aguas abajo en su corriente fluvial. Extraída de la Tesis de Leonardo Baeza.